domingo, 10 de febrero de 2013


El hambre voraz que nace del sexo.

Punto

Yo hago el amor con el mundo, con las voces, con el piano, con un lápiz, con las películas, con los teatros, con los directos de jazz, con el danzar de una bailarina, con el papel grumoso de las acuarelas, con el agua y con el sol, con la luna  y la tormenta, con el violín y la lluvia, con las  historias viejas, con las historias nuevas, con las sonrisas y los llantos, hago el amor con un libro, con el chocolate caliente, con un cigarro, con una frase corta, con un vestido de época, con los cuadros de Dalí, con el café después de comer,  con el olor a cuero, con la Iglesia de Santa Sofía, con incienso, con dos simples gestos, con un cruzar de piernas y un parpadeo lento… ¿y con los hombres? Naah… yo a los hombres me los follo.”